Educación Social en 2050📱

 

  Hola de nuevo!! Esta semana me paso por aquí para contaros como creo que sería la figura del educador social en 2050.👐

  En 2050, la figura del educador social habrá cambiado significativamente. Ya no solo trabajaremos con colectivos en situación de vulnerabilidad, sino que también nos involucraremos en la mediación digital, ayudando a las personas a adaptarse a las nuevas tecnologías y promoviendo el bienestar emocional en un mundo que avanzará rápidamente. La educación social no será únicamente presencial; también intervendremos en espacios virtuales, redes sociales y entornos que combinarán lo físico y lo digital.

  La inteligencia artificial habrá agilizado muchos procesos, lo que nos permitirá dedicar más tiempo a lo realmente importante: las personas. Sin embargo, también traerá nuevos retos, como el aislamiento social, la dependencia de la tecnología y la falta de apoyo real en las relaciones entre humanos. Por eso, pienso que nuestro trabajo seguirá siendo imprescindible.

  A continuación, voy a contar como creo que sería un día cotidiano en la vida de una educadora social en el año 2050.

  Por la mañana, la trabajadora revisa su agenda a través de su asistente de IA. Su primer caso del día involucra una discusión entre residentes de un barrio inteligente, donde todas las decisiones son gestionadas por un sistema de inteligencia artificial. Algunos vecinos se sienten excluidos por decisiones automatizadas, y su objetivo es mediar entre la comunidad y los desarrolladores de la IA para encontrar soluciones justas para todos.

  Por la mediodía se desplaza a un espacio virtual de mediación, donde ayuda a resolver un problema de bullying en una comunidad online. En 2050, la identidad digital es tan importante como la física, y las disputas en redes pueden volverse muy importantes. Su trabajo consiste en generar espacios seguros para hablar y enseñar herramientas para la resolución pacífica de los  conflictos.

  Luego, se traslada a una zona en la que hay tensiones entre ciudadanos y robots. Algunos humanos sienten que las máquinas están reemplazando sus funciones, mientras que otros ven en ellas una herramienta de ayuda. La mediadora organiza un foro comunitario donde ambas partes pueden expresar sus preocupaciones y llegar a acuerdos sobre cómo convivir con los robots de manera armoniosa.

  Por la tarde, visita un centro para personas que han perdido sus empleos debido a la automatización. Su rol es asegurarse de que los programas de reconversión laboral sean efectivos. Trabaja en colaboración con psicólogos y expertos en tecnología, diseña estrategias para que las personas puedan reinsertarse en un mercado laboral que cambia rápidamente.

  Al final del día, regresa a casa con la satisfacción de haber ayudado en un mundo cada vez más complejo. La tecnología ha cambiado muchas cosas, pero el diálogo y la empatía siguen siendo esenciales. En un futuro tan automatizado, el factor humano sigue siendo imprescindible.


 



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